El Ayuntamiento de Parla ha expresado su descontento con el plan del Gobierno regional de Madrid para transformar un edificio en La Cantueña, muy próximo a Parla aunque perteneciente a Fuenlabrada, en un centro de acogida para menores inmigrantes. Según las autoridades parleñas, la ubicación del centro, en un área apartada y sin acceso adecuado a recursos esenciales, dificultará la integración social de los menores.
Durante un reciente Pleno municipal, los grupos políticos que conforman el Gobierno local de Parla—PSOE, Podemos-IU y Más Madrid—manifestaron su rechazo a lo que consideran una decisión impuesta por la Comunidad de Madrid. Argumentan que el lugar seleccionado no es el adecuado para proporcionar a estos menores los servicios educativos y sanitarios necesarios, y señalan que la proximidad a la autopista A-42 representa un riesgo adicional debido al alto tráfico vehicular.
El portavoz del PSOE en Parla, Andrés Correa, enfatizó que, aunque el terreno pertenece a Fuenlabrada, su cercanía al núcleo urbano de Parla hace que la situación afecte directamente a los residentes parleños. Correa subrayó que el Gobierno regional debería haber consultado a las autoridades locales antes de proceder con este proyecto.
Por su parte, el Ayuntamiento de Fuenlabrada también ha mostrado su oposición al centro y ha tomado medidas legales para intentar frenar las obras, argumentando que existe un expediente en curso que podría cuestionar la titularidad del terreno y del edificio. Las autoridades fuenlabreñas acusan al Gobierno regional de actuar de manera arbitraria, sin respetar los acuerdos de cesión del espacio.
A pesar de estas objeciones, el Gobierno de la Comunidad de Madrid sigue adelante con su plan, habiendo destinado 18,7 millones de euros al proyecto. Este presupuesto incluye 11,8 millones para la gestión del centro durante dos años, además de 6,9 millones para las obras de adaptación del edificio. Se espera que el centro esté operativo a partir de noviembre de 2024, con capacidad para acoger a aproximadamente 100 menores.
El centro de primera acogida está diseñado para evaluar las necesidades de los menores y ofrecerles un entorno seguro mientras se determina la mejor manera de proceder en cada caso. Durante su estancia, los menores recibirán atención integral, incluyendo la provisión de necesidades básicas y la iniciación de trámites para aquellos que necesiten protección urgente.