El Ayuntamiento de Parla también expresó su rechazo a la decisión del Gobierno regional de convertir el centro La Cantueña, ubicado en el municipio vecino de Fuenlabrada, aunque está a pocos metros del núcleo urbano de Parla, en un centro para menores inmigrantes.
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El Gobierno municipal, compuesto por PSOE, Podemos-IU y Más Madrid, ya había mostrado su oposición en un pleno anterior a la «imposición» por parte de la Comunidad de Madrid de este centro para menores en La Cantueña, al considerarlo «un espacio aislado y sin los recursos necesarios para la inclusión en la sociedad».
El PSOE señaló que, a pesar de estar en el municipio de Fuenlabrada, el terreno está más cerca del casco urbano de Parla que de Fuenlabrada, y solicitaron al Gobierno regional que les informara «a través de canales oficiales» sobre los pasos a seguir.
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Andrés Correa, portavoz del PSOE en Parla, reiteró la oposición a este centro, argumentando que, además de estar lejos de los servicios de salud y educación necesarios, representa «un riesgo» al estar a pocos metros de la A-42, por donde circulan diariamente miles de vehículos.
A pesar de los intentos del Ayuntamiento de Fuenlabrada por detener las obras de rehabilitación de La Cantueña, el Gobierno regional ha podido continuar con el proyecto, que tiene como objetivo albergar a unos 100 menores extranjeros.
Desde Fuenlabrada señalaron que existe un expediente de reversión del espacio que recomendaba detener las obras hasta que se resolviera la propiedad de La Cantueña.
El gobierno regional aprobó un presupuesto de más de 18 millones de euros que incluye la gestión del centro durante dos años y las obras de adaptación del antiguo local comercial.
Se están realizando trabajos para preparar el edificio, que podrá albergar a un centenar de menores vulnerables.
Miguel Ángel García Martín, portavoz del gobierno regional, indicó que el presupuesto total incluye 11,8 millones para la gestión del centro y 6,9 millones para la adecuación del edificio, extendiéndose el contrato hasta octubre de 2026.
Este recurso de primera línea tiene como objetivo evaluar cada caso y proponer medidas protectoras, así como proporcionar la intervención social necesaria y los tratamientos adecuados.
Los menores vivirán temporalmente en el centro de acogida donde se cubrirán sus necesidades básicas, especialmente aquellos sin referentes familiares que requieren atención urgente.
