Inquilino alardea de buen sueldo y lleva seis meses sin pagar la renta.

Raúl, un residente de Parla, se encuentra en una situación desesperada después de que su inquilino dejara de pagarle la renta de su casa hace seis meses. Con una deuda acumulada de más de 4.500 euros, Raúl se ve obligado a enfrentar una realidad devastadora debido a problemas de salud que lo llevaron a jubilarse antes de tiempo.

Su pensión mensual de 615 euros resulta insuficiente para cubrir los gastos fijos de la hipoteca, el alquiler de una habitación, la comunidad de la casa y otros gastos adicionales, que suman más de 800 euros. Esta situación ha llevado a Raúl a vivir con un amigo que le alquila una habitación, mientras lucha contra la ansiedad y la depresión.

El inquilino moroso, de origen colombiano, vive en la propiedad con su pareja y una hija, alardeando de una solvencia económica que no se refleja en sus acciones. A pesar de afirmar que gana un buen sueldo, se niega a cumplir con sus obligaciones financieras, lo que ha dejado a Raúl en una situación desesperada.

Raúl se ve en la necesidad urgente de que el inquilino pague lo adeudado o abandone la propiedad, para así poder venderla y hacer frente a las deudas que lo agobian. A pesar de las excusas del inquilino sobre supuestas ventas de terrenos en el extranjero, la realidad es que Raúl se encuentra en una situación límite, dependiendo únicamente de la ayuda de sus ancianos padres.

Esta historia, un triste ejemplo de la problemática de la inquiokupación en Parla, pone de manifiesto las dificultades a las que se enfrentan muchas personas mayores en España, obligadas a buscar soluciones extremas debido a circunstancias adversas e inesperadas.

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