El camarero de la discoteca llevaba una bandeja llena de bebidas a la mesa de un grupo de amigos que celebraban un cumpleaños. La música estaba a todo volumen y las luces de colores iluminaban la pista de baile.
Los clientes pedían cócteles exóticos y cervezas frías mientras bailaban al ritmo de la música electrónica. El camarero sonreía y se movía con agilidad entre las mesas, siempre atento a las peticiones de los clientes.
El ambiente en la discoteca era animado y festivo, con gente de todas las edades disfrutando de la noche. El camarero se sentía feliz de poder contribuir a que la velada fuera un éxito, sirviendo con rapidez y cortesía a los clientes que abarrotaban el local.
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