Felipe Benítez es un reconocido estratega de comunicación y asuntos públicos con una trayectoria de más de 20 años asesorando a gobiernos, organizaciones y movimientos sociales en Estados Unidos y América Latina. Como fundador de Benítez Strategies, ha trabajado con campañas nacionales e internacionales, abordando temas que van desde la conservación ambiental hasta la justicia social y los derechos civiles.
Parte de su carrera se ha desarrollado con agencias de relaciones públicas de prestigio como Ogilvy Public Relations y Fenton Communications, donde lideró campañas mediáticas de alto impacto. Además, Benítez es fundador de Corazón Latino, una organización sin fines de lucro que promueve la justicia ambiental en comunidades latinas de Estados Unidos.
Con estas credenciales, Felipe se presenta como una voz experta y respetada en el análisis de las elecciones presidenciales de EE.UU.
Los Factores Clave para la Decisión Electoral
Para Benítez, el contexto económico tiene un peso enorme en estas elecciones. Aunque los indicadores macroeconómicos apuntan a una recuperación sólida tras la pandemia, “en los bolsillos y la percepción de la clase trabajadora esta recuperación no se percibe”, señala. Los altos costos de vivienda, alimentos y bienes básicos siguen impactando a gran parte de la población, algo que, para muchos, eclipsa la estabilidad de los indicadores generales.
A esto se suman los derechos reproductivos, que han ganado una relevancia significativa, sobre todo entre las mujeres. El experto recuerda cómo las limitaciones en el acceso al aborto tras decisiones de la Corte Suprema, influenciadas por los jueces designados por Trump, han movilizado a votantes que buscan una mayoría demócrata para hacer nacional la protección de estos derechos a nivel federal.
Por otro lado, la inmigración y la seguridad fronteriza son temas altamente polarizadores. La presión en la frontera sur de EE.UU., junto con la crisis del fentanilo, han generado demandas de reformas profundas en el sistema de inmigración, bloqueadas por el Partido Republicano desde hace años.
El Papel Fragmentado del Voto Latino
El voto latino es una pieza clave en el rompecabezas electoral, y su impacto es particularmente relevante en estados como Arizona, Nevada y Pensilvania. Sin embargo, Benítez subraya que el “mito del voto latino homogéneo llegó a su fin”. Este grupo muestra una fragmentación notable: los puertorriqueños, mayoritariamente a favor de Harris; los cubanos, en su mayoría inclinados por Trump; y la comunidad de origen mexicano, dividida.
Benítez observa que los demócratas han mejorado en la segmentación de campañas para llegar a subgrupos específicos, aunque persiste el reto de mantener la cohesión del voto latino en estados críticos. Asimismo, destaca la movilización reciente de latinos de origen puertorriqueño por unas declaraciones en un mitin de Trump, que podrían definir el resultado en estados con poblaciones boricuas importantes como Florida y Pensilvania.
Estados Decisivos en el Tablero Electoral
Según Benítez, el resultado electoral dependerá en gran medida de estados clave como Pensilvania, Carolina del Norte, Arizona y Georgia. “Quien gane Pensilvania y Carolina del Norte tiene la elección garantizada”, afirma. Estos estados, donde la contienda está particularmente reñida, reflejan la diversidad de intereses y preocupaciones de los votantes, desde la economía hasta la inmigración.
Desafíos para la Comunicación en un Entorno de Desinformación
Uno de los retos más grandes que enfrentan los comunicadores en esta elección es la desinformación, exacerbada por las redes sociales, los “deepfakes” y las campañas de actores externos. «Hoy, uno de los mayores actores en la difusión de desinformación es la red X y su dueño Elon Musk», advierte Benítez, quien resalta el potencial riesgo de violencia poselectoral.
Esta situación ha obligado a los equipos de campaña a prepararse con ejércitos de abogados y a anticipar un periodo complicado entre el día de la elección y el juramento del nuevo presidente o presidenta.
Preparación para una Contienda Disputada en Tribunales
Ambos partidos, conscientes de lo cerrada que es la contienda, han dispuesto equipos legales para defender los resultados en tribunales si fuera necesario. “No es difícil imaginar un escenario en el que la Presidencia se defina por unos cuantos votos”, comenta Benítez, evocando el recuerdo de las elecciones del año 2000. La preparación para posibles controversias en el proceso electoral es un reflejo de los complejos desafíos legales y de seguridad que enfrenta esta elección.
Con estas observaciones, Felipe Benítez ofrece una visión profunda y experta sobre el estado actual del panorama electoral estadounidense, desglosando no solo las dinámicas de poder en juego, sino también los retos que deben afrontar los estrategas y comunicadores en un contexto de polarización y alta volatilidad.
