Un agente de la Policía local de Parla se lanzó a un pozo anónimo de tres metros de profundidad para salvar a un perro que se ahogaba en su interior, que ya había caído antes.
Los hechos tuvieron lugar alrededor de las 10.50 horas de la mañana del domingo cuando los agentes se dirigieron a una zona rural de la ciudad tras recibir órdenes de la comisaría central. Al parecer, el 112 había informado que un perro se había caído a un pozo que no estaba identificado en una granja.
Al llegar a las coordenadas indicadas localizaron a una persona muy nerviosa y asustada que advirtió que en el interior del pozo, de dos metros de diámetro y prácticamente indetectable por la vegetación, un perro se había caído.
El perro nadó en el agua dentro del pozo hasta que no pudo más y comenzó a hundirse. En ese momento, uno de los agentes «se lanzó al agua para evitar que el animal se ahogara», según el informe policial obtenido por Europa Press.
Tanto el perro como el policía permanecieron en el pozo hasta que un equipo de bomberos llegó al lugar de la Comunidad de Madrid para proceder a ayudar a ambos.
El pozo, según el mismo informe, está «en una zona de campo detrás de una finca y no está señalizado de ninguna manera», por lo que «cualquier persona o animal podría volver a caer en él».
Fuentes municipales explicaron que el Ayuntamiento está estudiando otorgar condecoraciones a los dos agentes que participaron en la intervención.
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