Esta iniciativa que comenzó el pasado mes de abril y promovida por el Ayuntamiento de Parla, a través de la Concejalía de Bienestar Animal, continúa con su campaña de tenencia responsable y concienciación sobre las heces de las mascotas.
Aboga por el civismo y la convivencia
Esta iniciativa se centra en reforzar el civismo y de este modo mejorar la convivencia entre vecinos y vecinas. La recogida de excrementos se encuentra en la ordenanza municipal, por lo que los dueños y las dueñas de las mascotas deben cumplirla para evitar sanciones. Siguiendo estas directrices, la ciudadanía contribuye a construir un entorno respetuoso y complementa la medida iniciada hace unos días para la utilización de botellas de agua para la limpieza de orines.
Los objetivos planteados buscan concienciar a la ciudad y a sus vecinos y vecinas en una convivencia respetuosa entre personas que conviven con animales y quiénes deciden no hacerlo. Una ciudad donde vivir respetando a cada persona indiferentemente de lo que piensen, con quién convivan y cómo decidan hacerlo.
Se realizarán recordatorios periódicos
Periódicamente, se recordará a los propietarios y las propietarias de mascotas que es su responsabilidad el mantenimiento de la limpieza de la ciudad, a través del lema «No ensucies Parla, recoge las cacas» que contendrán los carteles.
El lema y el cartel han sido elaborados por el grupo de infancia y adolescencia «Espía Parla», poniendo en valor la participación infantil y adolescente en la problemática de la ciudad y confiando en que son los más pequeños quienes mejor enseñan a los adultos. La difusión de la campaña se realizará, además de por los medios habituales, con la colaboración de Asociaciones vecinales, como «La laguna» y «Soy de Parla con mucho orgullo».
José Manuel del Cerro, Concejal de Bienestar Animal, remarca: «El objetivo perseguido es conseguir que los propietarios asuman su responsabilidad, originando una mejor convivencia entre propietarios de animales y no propietarios, informándoles que su incumplimiento puede conllevar sanciones económicas de hasta 3.000 €, según se establece en la Ordenanza Municipal de Bienestar y Protección Animal».
